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L'officina Farmaceutica di Santa Maria Novella

in Firenze                   Sette Secoli di storia e di arte

En Florencia, en la Via della Scala n.16, a dos pasos de la famosa plaza homonima y de la Stazione Centrale, se encuentra una de las mas antiguas farmacias del mundo : la Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella que con su patrimonio histórico, artístico y artesanal vive desde hace siglos en permanente simbiosis con la ciudad de Florencia. La Officina, como si fuera un cofre, guarda en sus salas auténticas joyas artísticas, frescos, decoraciones y antiguos utensilios de farmacia, y sobre todo, sus productos, una amplísima selección que llega a fascinar incluso al público más exigente. De hecho, nadie que haya cruzado el portal de entrada, podrá olvidar jamás el maravilloso universo de perfumes que se difunde en el aire: es la magia del pot-pourrí, la sabia miscelanea de flores e hierbas de las colinas florentinas, con su inconfundible aroma, fruto de una larga maduración en antiguas tinajas de barro cocido. La Antica Farmacia se remonta al año 1221, cuando algunos frailes dominicos se establecieron en Florencia. Sin embargo, la fundación oficial fue en 1612 por voluntad del Granduca di Toscana, quien nombró director de la misma a Fra’ Angiolo Marchissi, responsable del primer éxito del laboratorio y de sus productos y recibió el honor de llamarla Fonderia di Sua Altezza Reale. En el siglo XVIII, gracias a la genialidad de tantas fórmulas elaboradas por los frailes farmaceúticos, la fama de la farmacia atraviesa las fronteras y las exportaciones alcanzan las Indias y la lejana China. Desde entonces la difusión de sus productos ha ido aumentando paulatinamente hasta nuestros días. A pesar de que siga proviniendo sólo de una Casa Madre de Florencia, han sido abiertas otras sucursales en Roma, Milano, Forte dei Marmi, Lucca, Rimini, Paris y Londres. Muchos de los productos de la Officina han escrito la historia y marcado una época: las esencias y los famosos y solicitadísimos perfumes se realizan, incluso hoy en día, basándose principalmente en las fórmulas creadas para Caterina de’ Medici en 1500. Un ejemplo de esto se observa en la historia del Agua de Colonia. De hecho, parece ser que ésta fue la esencia que Caterina de’ Medici, futura Reina de Francia, llevó a París, y que, en principio se llamó Acqua della Regina . Posteriormente el italiano Giovanni Paolo Feminis, transladándose a Colonia en 1725, inició su fabricación y la llamó Acqua di Colonia en honor de la ciudad que le hospedaba. Entre los demás productos, creados incluso hoy en día según el antiguo formulario de los frailes dominicos, queremos recordar el Aceto Aromatico o Aceto dei Sette Ladri, usado en caso de desmayos, cuya fórmula se remonta al 1600; el Acqua Antisterica, llamada actualmente Acqua di Santa Maria Novella, a la que en pasado se le atribuían acciones sedativas y antispasmódicas, creada por Fra’Angiolo Marchissi en 1614; y el Acqua di Rose, optimo refrescante para ojos enrojecidos, que se vendía en la segunda mitad del siglo XIV. Entre los licores, resalta el Alkermes, que ha ostentado en el siglo XIX el record absoluto de ventas, pero son también muy apreicados los Elisir di China y el Liquore Mediceo, así llamado en honor de los Medici y, un digestivo excelente, el Elisir di Edimburgo. Además no podemos olvidar la linea de productos para los cabellos, como asimismo la amplia seleccion de productos para el cuidado de la piel, come la Pasta di Mandorle, optima crema para las manos, la Polvere per Bianchire le Carni, válido preparado vegetal para la limpieza a fondo del cutis, la leche limpiadora, los tónicos y las cremas nutritivas e hidratantes y además, la leche, las cremas y los aceites para el cuerpo, los geles y los jabones. Estos últimos, estampados a manos uno por uno, envejecidos durante sesenta días en armarios ventilados, y envueltos a mano, siguen fabricándose hoy en día usando máquinas del siglo XIX. Y para terminar, son tambien muy apreciados los polvos perfumados realizados usando el rizoma molido del lirio, flor muy difundida en las colinas de Florencia de crecimiento espontáneo, que llegó a convertirse en el símbolo de la ciudad y que todavía en nuestros días aparece en su emblema. Actualmente la Officina di Santa Maria Novella ha vuelto a ser también herboristería. De hecho, catalogando antiguas fórmulas de lo frailes dominicos, hoy en día en desuso, después de un período de atento estudio, se ha comprobado su actualidad y sobre todo, su productibilidad. Luego, la Antica Framacia ha enriquecido sus propias lineas con otros productos exclusivos a base de hierbas y plantas oficinales cultivadas con métodos naturales y sin usar pesticidas, para poder ofrecer el mejor servicio a su clientela presentando, para cada linea, una amplia selección de productos, lo más posible completa. Así pues, en la actividad de la Officina, pasado y presente se funden en un proceso de continua hosmosis y este hecho encuentra su natural remate en una actividad cultural que, retomando la antigua tradición de las farmacias, ha iniciado en 1990 moviéndose libremente en diferentes campos, por una parte artístico, con veladas de prosa, conciertos y exposiciones de arte, y por otra científico, con conferencias y presentaciones de libros. Estas manifestaciones de desarrollan en una imponente Sala, en origen iglesia rica de frescos, la cual fue donada por la familia Acciaioli en 1335 a los frailes como gesto de reconocimiento y posteriormente, en 1848, fue trasformada, para adaptar la empresa al paso de los tiempos en la actual Sala di Vendita. Esta y las demás salas anteriormente citadas de la Officina Profumo-Farmaceutica di Santa Maria Novella pueden ser visitadas, en pequeños grupos, concertando previamente una cita.

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